Al salir de casa recordé Berlín, y como la nariz se congelaba tras la primera inspiración, así que de vuelta a casa a coger la bufanda.
Ahora sí, ya podía usar mi nariz y oler esta mañana soleada alemana. Su olor a leña quemada, a frio abrasador.
Pero pronto se fue mi sonrisa, ya que las putas zonas de hielo me jugaron una mala pasa, y como si se parese el tiempo di unos pasos al aire y caí de culo en medio de una calle cercana a los juzgados. Y en ese mismo momento me dejo de doler la rodilla.
Nadie me vio ... pero yo me dije:
-Buenos días Jaime, creo que ya despertaste.
ya has despertado pero del todo jajajajajaja!!! ves kuando digo k me gustaria verte.. no es broma jajajajaj!!! pero te has echo algo???? muakiss y kuidadin con el hielo
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