Bueno, esta vez sere breve, ya que no tengo tantas ganas de hablar, ni he apuntado las cosas.
Todo comenzo bien, tres cogimos el bus en Biesdorf (Laura, Marie y Yo) con direccion a Ostbahnhof, pero pronto me di cuenta de que me había olvidado algo, la cámara de fotos. Allá nos encontramos con Miguel. Allí direccion al aeropuerto donde ya en embarque nos deberiamos encontrar con Alberto, pero....PROBLEMAS....Laura se olvido el pasaporte y su tarjeta de identificacion personal en casa, asi que con el carnet de conducir, las autoridades alemanas no le dejaron embarcar, ya que corría el riesgo de no poder pasar la aduana a la vuelta de Eslovenia (país de la union europea B), entonces estabamos Miguel, Marie y Yo esperando a un Alberto que no llegaba ...y al final acabo entrando en el avión el último.
Al llegar a Eslovenia, nos dimos cuenta de lo cerca de los Alpes que estabamos, despues de descubir yo que me había dejado las tarjetas españolas en casa, me alegre de ese hecho, ya que la mayoría de los cajeros eran solo para Maestro y Mastercard, con lo que la tarjeta alemana me saco con nota del apuro inicial.
Ljubljana resultoso ser una ciudad más pequeña de lo esperado, y muy tranquila, pero con un encanto, que por lo menos a mi me llego. Una salida a un irlandes, y poco más dio el día.
El tercer dia del viaje lo pasamos en Austria, para ser mas exacto en Graz, ciudad natal del querido gobernador de California, el querido GOBERNATOR. Alla pasamos el día y de vuelta al hostel. Fuimos en lo que sería el AVE Esloveno, pero tirando de bocadillos preparados en el momento.
El hostel estaba en una situacion inmejorable, y al despertarnos el sabado, nos dimos cuenta que la ciudad había ganado en vida, pero seguía siendo tranquila. La fiesta resulto ser un poco Pijilla, y la gente quiere ser Italian@.
El domingo, nos levantamos en el centro del mercado de antigüedades de Ljubljana, que se estendia a lo largo del rio Ljubljanica (si, un poco de aragones tenia), y luego de escursion para disfrutar del día...bajar de la montaña y cenar una macro pizza en la otra orilla del rio, y a dormir que habia que madrugar para coger el bus destinoa al aeropuerto.
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Bueno pues parece ser que al final no fue para nada.
Déjame tu opinión. Muchas gracias y hasta la próxima.