Sunday, October 08, 2006

Entrega 13

El le dijo, felicidades, y ella contesto “¿Cómo lo has sabido?” “¿Saber, el qué?” contestó él, y continuó “ya no te acordabas, hace dos meses que nos conocemos, bueno, que nos hablamos. Ah! Por cierto, ¿qué es lo que no tenía que saber? Estas cambiada, ¿te has hecho algo?” Ella no dijo nada, hasta que al final no pudo aguantar más, y comenzó a decir “te acuerdas que había ido al médico...” y en ese preciso momento...(ring,ring)...sonó el teléfono, era ella, la amada de nuestro amigo. No se de que hablarían, solo se que él se metió en el cuarto, dejando a su camarerita con la palabra en la boca, y cerrose en su cuarto, la cual solo abrió 10 minutos después para decir que se iba a la cama, y apagó la luz. Supongo que hablarían de donde ir mañana, y que ella no iba a ir sola, iría con el ladronzuelo.
La joven camarera comenzó a llorar, sin saber cuál había sido lo conversación, solo por el mero hecho de no hacerla caso y dejarla con la palabra en la boca, en el momento en que ella comenzaba a sincerarse, a contarle algo, pero hay momentos en que el cuerpo no hace caso a la cabeza, y solo oye al corazón, y ahora comenzaba a gritar, de nuevo, la amada dentro de él.
A la mañana siguiente, él que se despertó y marchó de casa, antes que ella se despertase, le dejó una nota en la puerta de su cuarto (el de ella), la cual decía que iban a comer a el parque de Botero, el cual, por casualidad o no, estaba al cruzar la calle de la academia en la que ella estudiaba. Pero que él la esperaría en la puerta.
Llegó el medio día, y la amada y el ladronzuelo llegaron antes a el parque. Ellos dos hacía más de una semana que no se veían, y ella comenzó a explicarle los avances que había conseguido con nuestro amigo, y él dijo que seguía trabajando y que hacía 4 días había hablado con su antigua novia, que se noto un poco más cercana, pero sin dar, todavía, un ápice de posibilidad.
En aquel momento salía de clase la camarera, y cuando estaban llegando, cuando ya se veían a lo lejos, ella dijo que se encontraba mal, que se iría a casa y luego para ir al café.
Él que se sentía un poco mal, solo, y una vez hechas las presentaciones, nuestro amigo le dio un puñetazo y se fue a casa. La amada se echó a llorar, el ladronzuelo la consoló y se marchó. Nuestro amigo salió corriendo hasta que llego al lado de su camarera, le preguntó porque se había ido. Ella volvió a llorar, él la abrazó, y le dijo, “cuéntame lo qué te pasa”. Ella se limpio los ojos, y se sentaron en un banco.
Ella comenzó desde el principio, como se suele hacer, “te acuerda hace 5 días, el día que fui al médico, que fui con mi madre, pues me dijeron que estoy embaraza, de un mes más o menos, tu serás el padre, él se quedó mudo sin palabras” y se fundieron en un abrazo. Ella continuo diciendo “eso es lo que te he estado intentando decir estos días, y por lo que me he ido de casa. Ah! Y lo último, hace un rato me he ido, porque me ha parecido que conocía al chico que estaba junto a esa chica, y no quería interrumpios”. Entonces fue él quien la interrumpió “pero como me ibas a interrumpir, si tu tienes, ahora, algo en ti que podías interrumpir todo lo que digas en mi vida. Además, igual si que lo conocías del barrio del café, de donde yo vivo, él fue quien me robó en mi casa y luego decidió devolvérmelas cartas, pero no creo que lo volveré a ver, porque le pegue un puñetazo, bastante gordo, que no se lo olvidara en un tiempo”.
Al llegar a casa, el teléfono sonaba, y al cogerlo, era él pidiendo disculpas, que él no sería rencoroso, luego se puso la amada, era su movil, diciendo que lo entendía, y que si mañana se podrían ver solos, esta vez, el dijo que si y colgó.
Ellos se echaron a dormir, como la noche anterior, cada uno en su cuarto.

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Bueno pues parece ser que al final no fue para nada.
Déjame tu opinión. Muchas gracias y hasta la próxima.